Adolfo Lerín y Miquel Mateu, ingenieros de ALTRAN, analizan en esta entrevista el impacto del 5G en los vehículos y en el sector de la movilidad.
Altran es una multinacional líder en servicios de Ingeniería e I+D con más de 35 años de experiencia y presencia en más de 30 países. ¿Cómo ha evolucionado el sector de la automoción en los últimos años y cómo afronta los retos de transformación e innovación?
Una forma simplificada de decirlo sería la evolución “electrónica y digital” del vehículo. El peso que estos elementos han ganado en los desarrollos de nuevos vehículo (y la validación) has sido muy notable. Pero esto solo es el principio. Estamos a las puertas de un cambio de paradigma total, no solo en la digitalización del vehículo, sino en su propio uso y propósito. La movilidad como servicio, la conectividad, la electrificación y la conducción autónoma combinadas, son cuatro ejes que revolucionarán el sector de forma profunda. Ahora más que nunca, apostar por el I+D y acompañar esta transición es clave para el futuro de todos los actores del sector.
Para 2027 se estima que el crecimiento anual del mercado mundial de automóviles conectados sea del 17%, ¿cómo puede un vehículo relacionarse con un mundo conectado?
El vehículo conectado ya está desplegado y la mayoría de vehículos nuevos que se venden ya incorporan muchas funciones en ese sentido. Desde la eCall, hasta los gestores de contenidos y aplicaciones en los sistemas de infotainment (Android Auto, Carplay), la navegación conectada, etc.
Pero nuevamente, esto solo es el principio… La llegada de nuevas tecnologías como el 5G o el Edge Computing serán decisivas aún más en la transformación del vehículo. El vehículo dispondrá de mucha más capacidad de computación disponible en la nube, como ya prácticamente ocurre con nuestros móviles. La llegada de los microservicios y funciones remotas en tiempo real de los mismos, prometen revolucionar la manera de relacionarse con el vehículo.
Los vehículos autónomos, ya sea para el transporte personal o la entrega de mercancías, poseen múltiples beneficios desde la reducción de accidentes derivados de errores humanos, pasando por la reducción del coste y del impacto medioambiental del transporte, a la liberación del tiempo dedicado a la conducción, ¿Qué es y cómo se aplica el 5G en el desarrollo de soluciones de movilidad sostenible y sistemas de vehículo autónomo y conectado?
Todo gira en torno al concepto de C-V2X (Cellular Vehicle to Everything) o lo que es lo mismo, el dotar al vehículo de conectividad celular para que pueda intercambiar información con cualquier otro elemento conectado a la red. Bajo este concepto, 5G se posiciona como una tecnología que hace posible la comunicación con unas prestaciones de calidad, tiempo de transmisión, robustez, seguridad y velocidad muy elevadas.
Como además esta información se transmite usando la misma red que utilizamos cada día para conectarnos a través del teléfono móvil el coste de despliegue para el sector automoción se reduce y se abre la puerta a la aparición de servicios específicos para vehículos, entre los que destacan los referentes a conducción autónoma.
Dicho de otra manera, el disponer de toda la red para almacenar o computar servicios de movilidad o de mejora de la conducción autónoma en tiempo real, es un acelerador tecnológico, pero también un gran acelerador de negocio.
En ALTRAN habéis intervenido en foros colaborativos como el EIT Urban Mobility ¿Qué impacto ha tenido vuestra participación en el contexto de la movilidad urbana?
El EIT Urban Mobility tiene un enfoque muy acertado ante el nuevo paradigma de la movilidad. No se trata simplemente de desarrollar nuevos vehículos o nuevas tecnologías, sino de resolver los problemas de las ciudades a través de todos estos desarrollos. Es un entorno de trabajo muy pragmático y da sentido a los desarrollos tecnológicos, dándoles un enfoque más social y urbano. Adicionalmente, es un entorno de colaboración y discusión con partners de diferentes sectores, que permite encontrar sinergias y entender las necesidades de cada uno de ellos.
Para Altran, estar en el EIT Urban Mobility permite disfrutar de este entorno colaborativo de trabajo y poner en práctica el uso de las nuevas tecnológicas que desarrollamos en I+D, al servicio del usuario, de las ciudades y de la movilidad en general.
¿Qué supone para ALTRAN la colaboración con la Cátedra Mobility City de la Universidad de Zaragoza?
Desde ALTRAN siempre hemos estado implicados con la Universidad y los centros formativos. Para nosotros compartir camino y actividad de la mano de Universidad de Zaragoza es una oportunidad enriquecedora y un gran reto tecnológico que enfrentamos siempre con mucha ilusión. En concreto colaborar con la Cátedra Mobility City nos permite mostrar nuestra visión sobre el futuro del sector de la automoción a la vez que nos aporta el punto de vista de otros profesionales de la movilidad. Además, a través de esta colaboración se visibilizan las nuevas tecnologías que se desarrolla en torno al vehículo y permite crear el entorno adecuado para la creación de nuevas oportunidades de negocio en un campo que será clave para la sociedad.
En la jornada “Retos y oportunidades del 5G para el vehículo autónomo conectado” dentro del Ciclo TIC y Movilidad del día 24 de marzo se presentará la visión de la inteligencia artificial en el vehículo. ¿Qué son los sistemas de percepción del vehículo, y cuáles son las limitaciones en lo relativo a coberturas y obstáculos que imposibilitan la visión?
La forma más intuitiva de entender qué es y qué supone el sistema de percepción del vehículo es pensar en los cinco sentidos que tenemos los seres humanos. Para el vehículo el sistema de percepción es la tecnología básica que le permite detectar todo el entorno en un momento determinado, siendo consciente de obstáculos, condiciones o riesgos que pueden darse a lo largo de la conducción. Una vez más si pensamos en las limitaciones de nuestros propios sentidos podemos entender como un vehículo, dotado de cámaras por ejemplo, no podrá percibir a través de los obstáculos o más allá de una esquina.
El 5G rompe con esta limitación y convierte el modelo de percepción individual, en un modelo más cercano al de un “enjambre coordinado”. Las decisiones de conducción autónoma pueden tomarse de forma colaborativa y con un conocimiento mucho más profundo del entorno, que es la suma de toda la comunidad de vehículos y elementos conectados.
¿Por qué es tan importante la aportación de los sistemas de comunicaciones avanzados como 5G, de cara a la virtualización del vehículo?
5G supone un avance en lo relativo a la velocidad y calidad de la transmisión, y esto es fundamental para entornos críticos como sucede en automoción. Hay que tener en cuenta que un vehículo, para que sea seguro, no puede permitirse tiempos excesivos en lo relativo a tratamiento de la información, en concreto se plantea que un sistema de comunicaciones para vehículo tiene que poder cursar los mensajes con retardos inferiores a 1ms. Este requisito es fundamental para poder mover parte de los recursos computacionales del vehículo a la red (ya sea al Edge o al Cloud), siendo 5G el primer soporte que garantiza estas prestaciones.
¿Cómo creéis que será el futuro del 5G en el vehículo conectado?
Desde nuestro punto de vista, en torno a 5G se crearán grandes alianzas entre las operadoras de telefonía y los fabricantes de vehículo de forma que se establecerá un ecosistema óptimo para el desarrollo de servicios de alto valor añadido en torno al vehículo conectado y a la movilidad sostenible. Esto a su vez dinamizará el sector permitiendo que terceras empresas se posicionen como proveedores de servicios tanto multimedia como de seguridad sobre plataformas de computación transparentes distribuidas en el contexto de Edge o del Cloud.
El 5G no es solo un acelerador tecnológico. También cambia todo el paradigma de negocio de la movilidad, con la virtualización del vehículo. Los movimientos de los grandes actores (y los paralelismos con la industria de la telefonía) serán claves para definir este nuevo futuro.
¿Cuáles son los retos tecnológicos para ver los vehículos conectados y autónomos como una realidad en nuestras carreteras y ciudades?
Actualmente la industria del vehículo conectado se enfrenta al gran reto del despliegue de la infraestructura para cubrir el 100% del territorio, incluso en aquellas regiones donde por densidad de población la inversión supere al retorno económico. Es cierto que los sistemas de conectividad en vehículo implementan soluciones de conectividad punto a punto directa para mensajes de seguridad y de alta criticidad, pero sin una infraestructura completa de C-V2X sería imposible capitalizar las funciones de virtualización cuando no hubiera cobertura. Por otro lado, en entornos urbanos el vehículo conectado se tiene que enfrentar a entornos densos, con una gran saturación del espectro radioeléctrico, esto supone un gran reto desde el punto de vista de fiabilidad, ya que igual que sucede con el vehículo autónomo la robustez y seguridad son pilares básicos para garantizar el éxito de la solución.