Ayer día 11 de julio, VINCI Autoroutes y Groupe PSA profundizaron en los ensayos de conducción autónoma a velocidad de crucero y de franqueo de las barreras de peaje en modo autónomo. Se han probado dos nuevas situaciones de conducción complejas en modo autónomo en la red de autopistas de VINCI Autoroutes: el paso en modo autónomo de una zona de circulación temporalmente modificada con motivo de realización de obras; y la detención segura del vehículo, que consiste en dirigir el vehículo a una zona de parada segura en caso de que el conductor no recupere el control del vehículo en una situación excepcional (presencia inesperada de obstáculos en la calzada, condiciones meteorológicas extremas, etc) o en caso de final de autopista.
Pruebas realizadas en una autopista francesa con un prototipo autónomo de Peugeot 3008
Las pruebas se han desarrollado entre las localidades de Dourdan y Ablis (Autopistas A10 / A11) con un prototipo Peugeot 3008 de Groupe PSA, que forma parte de la flota de vehículos autónomos del programa AVA “Autonomous Vehicle for All”.
Carla Gohin, Chief Technology Officer de Groupe PSA ha declarado: “estas pruebas suponen una fase suplementaria en el despliegue del vehículo autónomo. Se trataba, dos años después de las primeras pruebas, de integrar nuevas situaciones excepcionales en el uso real reforzando la comunicación entre el coche autónomo y la infraestructura para ampliar el campo de acción del sistema garantizando, al mismo tiempo, la seguridad. Estas pruebas demuestran el carácter innovador y concreto de la colaboración entre Groupe PSA y VINCI Autoroutes, indispensable para el desarrollo de los vehículos autónomos”.
“Las autopistas inteligentes son esenciales para el desarrollo de los vehículos autónomos ya que permiten ampliar los datos contextuales de que dispone el sistema de guiado para, así, optimizar la toma de decisiones del vehículo y su trayectoria” ha destacado Pierre Coppey, presidente de VINCI Autoroutes y director general adjunto de VINCI. “Nuestra colaboración con Groupe PSA es, en este sentido, muy prometedora. La red de autopistas se convierte así en un banco de pruebas a escala real para las nuevas movilidades que, en el futuro, revolucionarán el uso de las carreteras”.