El acuerdo entre Renfe Operadora y Texas Central para desarrollar el proyecto de Alta Velocidad que unirá las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth, en el Estado de Texas, supondrá para la operadora ferroviaria española una facturación de 6.000 millones de dólares. Esta alianza, de la que Renfe ya ha firmado un preacuerdo y cuyo contrato está en fase de redacción, vinculará a Renfe con el mayor operador ferroviario mundial de capital privado, Texas Central, hasta el año 2042.
Renfe continúa de esta forma consolidando su participación en un proyecto histórico en el ferrocarril en EE.UU. y su expansión internacional de acuerdo al plan estratégico desarrollado por la compañía que preside Isaías Táboas. El equipo de Renfe of America, sociedad constituida para el desarrollo de éste y otros proyectos en territorio americano, trabaja desde el pasado año en la fase de consultoría de la línea. Precisamente, Táboas se reunió a finales del pasado mes de enero en Houston con los responsables de Texas Central para detallar los avances del proyecto.
La constructora italiana Salini Impregilo será la encargada de construir la infraestructura que prevé tener lista en 6 años. Posteriormente Renfe se encargará de su mantenimiento y de operar los trenes entre ambas ciudades texanas desde 2026 hasta 2042.
En la fase de diseño y construcción (hasta 2026) la compañía española obtendrá 311 millones de dólares en concepto de supervisión y consultoría de la infraestructura, y durante los años de operación y mantenimiento (entre 2026 y 2042) los ingresos esperados suman 5.611 millones de dólares. El consorcio privado Texas Central podría plantearse también ampliar la línea de alta velocidad hasta las ciudades de Austin y San Antonio, con la consiguiente posibilidad de ampliar la colaboración entre ambas compañías.
Primer tren de alta velocidad de EE.UU.
El tren de alta velocidad entre Houston y Dallas/Fort Worth, el primero de Estados Unidos, conectará estas dos ciudades, a 386 kilómetros de distancia, en menos de 90 minutos. El trayecto tiene una longitud de 240 millas, 386 kilómetros.
Además de las estaciones de Dallas/Fort Worth y Houston, contará con una estación intermedia en Brazos Valley. Todas las estaciones estarán conectadas a la red de autopistas y a los sistemas de transporte público, y contarán con amplias zonas de aparcamiento.
El tren de alta velocidad de Texas está promovido por Texas Central Partners, LLC (Texas Central), empresa privada apoyada por inversores y que prevé desarrollar el proyecto sin fondos públicos (estatales o federales). Registrada como empresa ferroviaria, ha trabajado desde 2014 con las autoridades federales y estatales para desarrollar un proyecto que prevé conectar la cuarta y la quinta región económica más grande de Estados Unidos.
De acuerdo con Texas Central, la línea de alta velocidad generará unos beneficios económicos en el estado de Texas que podrían alcanzar los 36.000 millones de dólares durante los próximos 25 años, incluyendo la creación de 10.000 puestos de trabajo al año en la fase de construcción y unos 1.500 puestos de trabajo permanentes una vez entre en servicio la línea. Una parte este empleo, aún por concretar, corresponderá a profesionales españoles.
El tren de alta velocidad de Texas es el primer proyecto de alta velocidad ferroviaria del mundo 100% privado, lo que pone de manifiesto la viabilidad del negocio de la alta velocidad. Texas, un histórico Estado referente en el desarrollo de combustibles fósiles, se convierte así en el líder en EEUU en apostar por un sistema de movilidad sostenible con el medio ambiente, como un principio del cambio cultural y social que se está produciendo globalmente.