Para 2022, la capacidad de producción de vehículos eléctricos de la planta de Gante se habrá triplicado con creces en comparación con los niveles actuales y supondrá alrededor del 60% de la capacidad de producción total de la planta.
Gante se está preparando para empezar a fabricar, a finales de este año, un segundo modelo Volvo totalmente eléctrico basado en la arquitectura modular CMA. En la planta ya se fabrican el XC40 Recharge, el primer vehículo totalmente eléctrico de la empresa, y una versión híbrida enchufable del XC40.
«Nuestro futuro es eléctrico y está claro que a los clientes les gustan nuestros modelos Recharge», señala Javier Varela, responsable de operaciones industriales y calidad. «En este proceso de electrificación de nuestra gama y de aumento de nuestra capacidad de producción de vehículos eléctricos, la fábrica de Gante es la auténtica pionera de nuestra red de fabricación mundial».
Volvo Cars se ha comprometido a convertirse en un fabricante de vehículos eléctricos premium y, durante los próximos años, la empresa lanzará varios modelos totalmente eléctricos. Para 2025, se espera que la mitad de las ventas globales corresponda a vehículos totalmente eléctricos y el resto a híbridos.
Aunque la planta de Gante es la primera de la red de fabricación mundial en empezar a fabricar vehículos totalmente eléctricos, la compañía también tiene previsto aumentar la capacidad de producción de vehículos eléctricos en el resto de instalaciones que tiene repartidas por todo el mundo.
El mes pasado, Volvo Cars también anunció el montaje de motores eléctricos en su fábrica de Skövde (Suecia) y que prevé que, para mediados de la década, toda la producción de motores eléctricos se realizará internamente. Para ello invertirá 700 millones de coronas suecas (algo más de 68 millones de euros) en los próximos años. Asimismo, la compañía también está realizando una fuerte inversión en el diseño y desarrollo internos de los motores eléctricos destinados a la próxima generación de vehículos Volvo.