II Observatorio de la Movilidad Sostenible de España
Grant Thornton y la Fundación Ibercaja, en el marco de su proyecto Mobility City, presentan el II Observatorio de la Movilidad Sostenible de España. Un informe que analiza minuciosamente la actual configuración del nuevo sector de la movilidad, tras el desafío humano, económico y de gestión que ha supuesto la pandemia por COVID-19.
Un acontecimiento excepcional que ha acelerado los cambios y las tendencias incipientes en los que este sector ya estaba trabajando, redefiniendo las prioridades estratégicas. El gran confinamiento supuso un freno drástico a todas las formas de movilidad existentes en la ciudad, a la vez que impactó de lleno en el dinamismo de la industria y en la actividad habitual de las factorías de los principales fabricantes de automóviles. Garantizar la continuidad de los negocios y la operativa comercial pasó a ser la prioridad absoluta para los principales actores que forman parte del sector.
El parón histórico que ha supuesto el COVID-19 redujo drásticamente la actividad del sector, que se contrajo entre un 15% y un 20% de media general en España. A pesar de las dificultades e impacto en los mercados de la pandemia, el sector no ha renunciado a seguir transformando su modelo de negocio y en seguir avanzando a través de los ejes que vertebrarán su futuro. La tecnología, el usuario, los datos, las ciudades y el entorno siguen siendo cuestiones a las que la movilidad debe responder y, en este informe, podrá descubrir cómo está respondiendo el sector a todas ellas a través de 8 grandes áreas de análisis.
“Nuestro proyecto Mobility City nació imbuido por una necesidad de cambio, antes incipiente, hoy urgente, de ayudar en la configuración de un nuevo sector de la movilidad. Con esa inspiración, les ofrecemos este II Observatorio, como un guion necesario para tantos actores concernidos por cambios que la pandemia no ha hecho más que acelerar” José Luis Rodrigo Director general de Fundación Ibercaja
El sector de la automoción es uno de los que quizás más se han visto ralentizados por la crisis actual de COVID-19. La producción de vehículos y su venta se han visto drásticamente parados, con multitud de ERTEs, cierres de fábricas y bajada en el número de matriculaciones totales, así como otros impactos. El distanciamiento físico ha tenido un impacto significativo en el comportamiento de los consumidores y las preferencias de movilidad están cambiando los hábitos de consumo. Las personas prefieren un modo de transporte que reduzca el riesgo de infección.
Desde que comenzó la pandemia, la tendencia en movilidad en las grandes ciudades ha sido el aumento del uso del vehículo privado, caminar y andar en bicicleta frente a la disminución amplia del uso del transporte público, que ha llegado a reducirse entre un 70%-90% durante el confinamiento.
La tecnología ha marcado la diferencia a la hora de abordar la crisis que el coronavirus ha desatado en el sector de la movilidad. El análisis de datos muestra cómo se han ido reduciendo drásticamente los desplazamientos en las grandes ciudades. Durante los primeros meses del estado de alarma en Españ, la movilidad de a pie y a en coche disminuyó un 73% y en transporte público un 84%.
Sin embargo, el desarrollo de tecnologías avanzadas como la conducción autónoma a corto y medio plazo se ha podido retrasar ya que las inversiones en innovación se han reducido. La hiperproximidad está ganando un mayor protagonismo en los nuevos diseños urbanísticos. También la pandemia ha permitido reducir las emisiones de GEI y la contaminación atmosférica.
En un periodo excepcional, muchas empresas privadas del sector han destacado por su solidaridad contra el coronavirus: durante el confinamiento apartaron su actividad principal para cambiar su capacidad productiva y ponerla a disposición de las necesidades sanitarias urgentes.
“La pandemia ha acelerado los vectores de cambio del sector de la movilidad: tecnología, transición energética, usuario conectado y en el centro, seguridad e inclusión. Pero también ha obligado a gestionar la recuperación de sus principales empresas a todos los niveles, de cara a prepararlas para el futuro” Mar García Ramos Socia de Automoción y Movilidad de Grant Thornton.
La industria española de automoción tiene una fuerte relevancia económica y social para España, así como un elevado efecto tractor sobre el resto de las industrias y sectores. Representa el 10% del PIB y casi 2 millones de puestos de trabajo en total están ligados al sector. Exporta más del 80% de su producción, llega a facturar un 2% en I+D+i y aporta un 15% de la recaudación fiscal.
La industria del automóvil se está enfrentando a grandes desafíos durante el COVID-19, como las limitaciones en el suministro de piezas de vehículos, el cierre de fábricas, la caída de las ventas de vehículos nuevos y la disminución del capital de trabajo o la falta de liquidez, especialmente para las PYMES.
Pero también ha otorgado una mayor relevancia a las tecnologías digitales y a las plataformas virtuales que fomentará una mayor automatización de las líneas de producción.
Asia lidera la producción de vehículos en el mundo, con China y Japón en primer y tercer lugar respectivamente. Le sigue de cerca EE.UU. en segundo puesto y España ocupa la novena posición de la clasificación durante el 2019. China consiguió reactivar de forma temprana su producción de coches, gracias a un alto grado de automatización en sus cadenas de montaje, que permitió mantener las distancias de seguridad requeridas por Ley.
Los nuevos modelos de movilidad no solo han cambiado los paradigmas del sector de la automoción, sino también el modelo de ciudad. Cada vez hay más servicios relacionados con el uso compartido de los vehículos y de los viajes: carpooling, carsharing, motosahring, bikesharing, VTC Ride Hailing, entre otros, en detrimento de la propiedad del vehículo propio.
El carsharing ya tiene 15 millones de usuarios en el mundo, 400.000 en España (Madrid es la segunda ciudad de Europa con más coches compartidos circulando). Además, España se posicionó líder mundial en motosharing durante el año 2018; el número de escúteres disponibles en servicios de motosharing aumentó casi un 500% en el país, pasando de las 1.491 motos en 2017 a las 8.920 motos.
Las aplicaciones móviles son factores clave para el desarrollo del sector de la movilidad. Esto ha sido posible gracias a la hiperconectividad y al desarrollo de las TICs, El sudeste asiático se coloca como líder en el uso de este tipo de apps. Ante tanta variedad de apps de movilidad, se han ido desarrollando soluciones multimodales para aunar en una única aplicación todas las opciones de transporte disponibles en las ciudades.
La clave de esta variedad es la combinación de modos de transporte públicos, privados y compartidos para ofrecer soluciones de movilidad multimodales, integradas y digitales.
La profunda transformación que está viviendo el sector con la aparición de los nuevos modelos de movilidad, incide directamente en el sector del seguro. Las aseguradoras están desarrollando una nueva faceta para poder satisfacer a estos usuarios y han tenido que adaptarse frente a la nueva normalidad.
“El estancamiento de las fábricas automovilísticas ha supuesto que se produzcan 7,5 millones menos de vehículos en 2020. Buena parte de esa disminución se ha dado en España; no en vano, nuestro país es el noveno en el ránking mundial de ensamblaje de coches y camiones” José Luis Rodrigo Director General de Fundación Ibercaja.
La llegada de la conexión 5G será determinante para el salto hacia una nueva movilidad conectada. Actualmente ya existen más de 20 millones de vehículos conectados en todo el mundo y se estima que para 2020 habrá 220 millones.
La tecnología V2X ayuda a integrar la conectividad entre el vehículo y cualquier objeto que sea capaz de afectar su actividad. Este tipo de tecnologías permiten conectar el coche con su entorno y anticipar así situaciones de riesgo en tiempo real.
La reciente expansión del comercio electrónico y el incremento de la demanda de entregas durante la pandemia ha provocado que las empresas de logística se adapten rápidamente a nuevas innovaciones y tecnologías que permitan una integración aún mayor de la cadena de suministro.
El impacto que está experimentando el sector logístico por la crisis está acelerando el despliegue de nuevas tecnologías, como por ejemplo, la Inteligencia Artificial, IoT, drones, etc.
La conectividad está dando lugar a ciudades conectadas y en este sentido, son muchas las compañías que sellan alianzas para poner en marcha proyectos piloto para la futura conducción conectada y autónoma. Están basadas en el uso de sensores y tecnología de interconexión en elementos físicos para crear un ecosistema para la gestión inteligente de las infraestructuras.
La industria de seguros fue pionera en el uso de dispositivos del mercado de accesorios que se conectaban al automóvil para obtener información sobre la conducción y estimar mejor los riesgos de conducción de sus clientes. Este segmento se denomina seguro basado en el usuario (RBU) y está ganando popularidad.
“Los retos de la movilidad sostenible no atañen ahora solo al sector, sino que forman parte de la estrategia de transformación de país, que los afrontará con visión integral. El desarrollo extensivo y estratégico de la movilidad sostenible forma ya parte de nuestro futuro” Mar García Ramos Socia de Automoción y Movilidad de Grant Thornton.
La movilidad inteligente utiliza el alto potencial que tienen las nuevas tecnologías para mejorar los servicios a través de nuevas posibilidades de gestión de la información y de la interconexión.
Las inversiones destinadas a I+D+i ascendieron al 4,1% de la facturación, muy necesaria en el cambio productivo en el que se encuentra el sector con el avance de la Industria 4.0. Las smart factories españolas contribuyen ya a optimizar recursos y costes de producción gracias a un ecosistema flexible e interconectado basado en la integración de procesos, máquinas y personas.
El sector de la movilidad genera millones de datos y es por ello por lo que el Big Data está transformando la movilidad urbana proporcionando información sobre modos de desplazamiento alternativos. Tener información de calidad y hacer una buena gestión de los datos es indispensable para que las organizaciones aprovechen el Big Data.
Sólo el 19% de las empresas europeas de logística y transporte utilizan Big Data y para la Comisión Europea es una de las palancas clave para conseguir una mejora del 10% en la eficacia de la movilidad y ahorrar hasta 100.000 millones de euros.
El futuro de la automoción es digital, impulsado por la Inteligencia Artificial (IA), la computación cuántica y el intercambio de datos junto con la interoperabilidad. La IA ha supuesto una auténtica revolución industrial; se estima que, en un mundo industrial conectado, la producción resulta un 30% más rápida y un 25% más eficiente.
Al menos puede mejorar un 15% la eficiencia operativa en procesos y servicios vinculados con el transporte, optimizando el uso de los recursos y reduciendo los costes de mantenimiento, el consumo de combustible o las incidencias, entre otros.
Contribuyen a optimizar los flujos de pasajeros, reducir tiempos de espera y de entrega de mercancías o evitar conexiones fallidas entre diferentes medios de transporte
Basados en un mejor conocimiento de las preferencias de los viajeros o los patrones de viaje, en ámbitos como el turismo o la publicidad
El compromiso de la industria respecto a la movilidad del futuro pasa por continuar invirtiendo en desarrollos tecnológicos de cero y bajas emisiones a pesar de la crisis sanitaria actual. La industria continúa con el espíritu transformador y de innovación para ayudar a resolver el desafío mundial de lograr cero emisiones netas de carbono en consonancia con el Acuerdo de París.
En el ámbito de la electro-movilidad, España cuenta ya con una importante cadena de valor industrial para las infraestructuras de recarga, uno de los tres principales fabricantes de infraestructura de recarga eléctrica es español con una aportación de fabricación nacional entre el 70% y el 90%. Las matriculaciones de vehículos alternativos mantuvieron en 2019 la tendencia de crecimiento de los últimos años, con un aumento del 41% y acumulando un total de 162.417 entregas.
Los vehículos eléctricos (VE) revolucionarán la movilidad en todo el mundo. Algunos mercados son más progresistas que otros; los consumidores indios considerarían comprar un vehículo eléctrico en 2022, seguidos de cerca por los consumidores chinos solo un año después. Esta aceleración depende de que se cumplan una serie de retos críticos: precio, tiempo de carga, gama de vehículos, infraestructura y elección de vehículos.
El Ministerio de Industria ha impulsado la participación española en la Alianza Europea de la Batería, en un Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI), lo que permitiría inyectar ayudas de Estado. La apuesta por la sostenibilidad es una prioridad hoy en día para las empresas como consecuencia del COVID-19. La pandemia desaparecerá, tarde o temprano, pero el problema del cambio climático y de sus negativas consecuencias seguirá ahí.
El hidrógeno verde será clave para que España alcance la neutralidad climática y un sistema eléctrico 100% renovable no más tarde de 2050. El despliegue del hidrógeno verde incentivará el desarrollo de cadenas de valor industriales innovadoras generando empleo y actividad económica, lo que contribuirá a la reactivación hacía una economía verde de alto valor añadido.
“El 5G está detrás del cambio que llega, gracias a ser una tecnología verdaderamente habilitadora, con ciudades conectadas y monitorizadas. El Big Data está transformando la movilidad urbana proporcionando información sobre modos de desplazamiento alternativos” José Luis Rodrigo Director General de Fundación Ibercaja.
Aunque los avances en la mejora de la seguridad vial son patentes, el foco actualmente está en las ciudades. Mientras los siniestros en vías interurbanas han logrado ciertos avances, en las urbes se cuece un panorama mucho más complejo. La evolución de los siniestros en los que se ven relacionados ciclistas, motoristas, usuarios de VMP y, sobre todo, peatones no es satisfactoria. Según la DGT, estos últimos suponen más del 50% de los fallecidos en accidente urbano. Equivalen al 11% de las víctimas mortales en carretera.
La seguridad vial se ha visto beneficiada por el impulso tecnológico. Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción, conocidos como ADAS o la conducción conectada y automatizada son tecnologías clave del futuro que pueden contribuir a una mayor seguridad vial y eficiencia en todo el mundo. Mejorar la integración social de los ciudadanos aportando una accesibilidad más universal y fomentar una movilidad inclusiva son dos de los principales retos existentes en el diseño y ordenación de los núcleos urbanos.
La seguridad sanitaria ha adquirido una mayor importancia motivada por la pandemia del COVID-19 y ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar la seguridad en los transportes desde una perspectiva también sanitaria, implementando distintas medidas para la seguridad de las personas principalmente en los transportes públicos para poder evitar contagios entre los pasajeros. Las carreteras inteligentes o carreteras 4.0 elevarán la seguridad a un nuevo nivel ya que lograrán almacenar grandes cantidades de información sobre diversos factores de interés de las vías, tanto para los propios conductores como para las autoridades. Servirán para prever, informar y responder ante determinadas circunstancias.
Es imprescindible que los coches sean ciberseguros; ya no sólo está en juego la privacidad de quienes viajan a bordo, sino también sus vidas. Por ello, la ONU ha impulsado una medida que dictamina que no se podrá vender ningún coche que no cuente con un certificado de ciberseguridad a partir de junio de 2022. En Japón y en Corea van a aplicarlo desde el año que viene.
“Junto a los grandes macroproyectos tractores de la movilidad sostenible en nuestro país, las organizaciones del sector y sus directivos tendrán a la vez que dar continuidad a la gestión habitual de sus empresas, apostando por estrategias que les aporten mayor resiliencia y, una vez superada la pandemia, conseguir situarlas en el camino hacia el crecimiento” Mar García Ramos Socia de Automoción y Movilidad de Grant Thornton.
Reiniciar la movilidad con vistas al futuro solo será posible si se impulsa la colaboración entre operadores públicos y privados, por un lado; y si se estudian las preferencias de los usuarios en materia de movilidad. La introducción de los sistemas de transporte inteligentes en las grandes ciudades presenta un gran reto de carácter normativo ya que la tecnología avanza más rápido que los legisladores, por lo que su adopción requiere de un compromiso muy fuerte por parte de las autoridades.
El impacto de la crisis del COVID-19 ha tocado en especial el sector del automóvil, pero la Comisión Europea entiende que los objetivos medioambientales siguen siendo su prioridad mediante el Pacto Verde. En este sentido y a nivel nacional, contamos con los planes de ayudas como es el Plan Renove 2020 y el Plan Moves II y III.
El futuro de la industria europea se enfrenta a un panorama internacional marcado por la incertidumbre y las tensiones comerciales. Ante todo esto, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de plan de respuesta a la crisis, Next Generation EU, dotado con 750.000 millones de euros. En otros países, algunas Administraciones ya han dejado atrás los planes de infraestructuras y han comenzado a hacer planes de transporte o movilidad más globales y transversales, como en Alemania, Austria, Dinamarca, Italia, Suiza o Suecia. En Francia ya cuentan con una Ley de Orientación de la Movilidad, la primera norma jurídica de un estado europeo que regula la movilidad en su conjunto.
Entre las estrategias ministeriales y relacionadas con la movilidad están: Estrategia de Movilidad 2030, Agenda Urbana Española (AUE), Marco Estratégico de Energía y Clima o la Política de la Dirección General de Tráfico (DGT) en materia de Seguridad Vial. Además, el Gobierno está preparando una Estrategia de Descarbonización a 2050, para definir cómo alcanzar el mencionado objetivo a largo plazo de reducir las emisiones de GEI al 90% fijado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
