EEUU, 1886
Para hacer de las bicis de rueda alta un instrumento menos peligroso, algunos fabricantes experimentaron con todo tipo de variaciones. El ejemplo más destacado fue la Star Bycicle, dónde se invirtieron la posición de las ruedas para hacerla más estable.
Para demostrar su solvencia, en 1885 un ejemplar cómo este descendía delante de la prensa la escalinata del Capitolio de los Estados Unidos.
Bicicleta de rueda alta donde la rueda posterior es la grande y el anterior la pequeña. Tiene un mecanismo de tracción por medio de palancas de pedal a la rueda
posterior grande, la cual también te freno mediante una manecita al manillar en buen estado.
Las bicicletas de rueda alta o biciclos, cómo eran conocidas en ese momento, fueron muy populares en el último tercio del siglo XIX.
Antes de la aplicación de la cadena, que en definitiva es un multiplicador de la fuerza y permite avanzar más rápidamente, los constructores fabricaban bicicletas con una rueda motriz muy grande para aprovechar la fuerza de cada pedalada. El resultado era una bicicleta muy peligrosa debido a una conjunción de factores: la altura del ciclista respecto el suelo, las elevadas velocidades que se alcanzaban gracias a las grandes ruedas motrices y la ausencia de sistemas de protección del ciclista. Todo ello provocaba un gran número de accidentes y que muchos de ellos terminasen en tragedia.