Año 1937 | 12V 120CV | 7.338 cc. | 5.8 m. largo x 2.1 m. ancho x 2 m. alto |
Una revolución técnica
Los Phantom III estilo sedanca carrozados por Hooper se contaban entre los estilos más reconocidos de este modelo, pero el estilo Landaulette resultaba especialmente apropiado para Rolls-Royce, debido a la apertura del techo en el asiento trasero, para que, llegado el caso, pudiera ser utilizado por dignatarios y celebridades.
El Phantom fue uno de los modelos más emblemáticos de Rolls-Royce, el primero de la compañía en introducir un motor de doce cilindros en V que surge de la experiencia en motores de aviación. Su objetivo era el de competir con los motores de 12 y 16 válvulas de los coches de lujo americanos y las grandes series J12 de Hispano-Suiza y fue adquirido por clientes ricos y famosos.
Este modelo era una maravilla de ingenio técnico y sus diseñadores no escatimaron en complejidad en su búsqueda por la perfección. Ettore Bugatti lo describió como “una obra maestra de ingeniería por encima del mal diseño”, anticipando los desajustes surgidos posteriormente por la mezcla de aluminio y hierro en el motor.
La producción fue interrumpida por la guerra en 1939, y le sucedería el modelo Silver Wraith, menos lujoso y exuberante que su predecesor y más acorde con el nuevo período de paz.
En la película de James Bond “Goldfinger”, el villano Auric Goldfinger conduce un Phantom III amarillo y negro similar al expuesto. El Agente 007 esconde bajo el capó del Rolls-Royce un dispositivo de localización para seguirle por el puerto de Furka en los Alpes, hasta que acaba descubriendo que Auric lleva a cabo el contrabando de metales preciosos en la carrocería del propio Phantom, la cual está fabricada con oro de 24 quilates.