Año 2018 | Motor V12 twin turbo - 570 CV | 6.600 cc | 5.3 m. largo x 1.9 m. ancho x 1.5 m. alto
Coupé de lujo
Partiendo del chasis del Rolls Royce Ghost, el Wraith, que toma su nombre del Silver Wraith de 1939, lleva la elegancia y el lujo de la marca inglesa a una especial carrocería de dos puertas.
La complicada tarea de combinar tecnología y tradición es una de las especialidades de Rolls-Royce, y con el Wraith no se ha hecho una excepción. Fabricado de forma artesanal, las infinitas opciones de personalización hacen que no haya dos unidades idénticas, pero todas ellas cuentan con el máximo nivel en cuanto a calidad de materiales.
El motor V12 twin turbo de 6.6 litros y 570 CV asegura unas altas prestaciones con la máxima suavidad posible, lo cual, combinado con extensas y geniales medidas para insonorizar el habitáculo, logra una experiencia de conducción excelente, la cual se eleva con detalles como un techo repleto de pequeñas luces simulando un cielo estrellado, o paraguas escondidos dentro de las puertas para los días de lluvia.
El Wraith mantiene una imponente posición en el mercado de coupés de lujo sin ningún rival directo, ya que, aunque otros modelos de Bentley o Mercedes-Benz puedan ofrecer prestaciones superiores y experiencias de conducción más deportivas, la exclusividad y el lujo sin límites del Wraith lo sitúan en el pináculo de los gran tourer.
Rashford, delantero inglés del Manchester United, sufrió un grave percance con su Wraith valorado en 800.000 euros.
El suceso ocurrió en septiembre de 2023, cuando el equipo regresaba a su ciudad deportiva, tras ganar al Burnley a domicilio. Una vez en Manchester, los jugadores recogieron sus coches de la ciudad deportiva para acudir a sus casas, y en este trayecto, Rashford chocó contra el coche de una anciana de 74 años. Afortunadamente ambos salieron ilesos, y el diario The Mirror publicó que esto se debió a que su “su Rolls-Royce Black Badge Wraith, era increíblemente robusto".
La unidad, que tenía tan solo 2.000 kilómetros registrados, se subastó, y su comprador, Mat Armstrong, documentó en redes sociales todo el proceso de reconstrucción.