Hispano Suiza 15/45 Alfonso XIII

Año 1914 | 4 cilindros, 3.6 atmosférico de 60 CV | V.máx: 120km/h

Hispano Suiza 15/45 Alfonso XIII

Esta unidad

Procedente de un coleccionista particular ubicado en Cataluña, está matriculado en Barcelona en marzo de 1914 y fue pedido a la sucursal de París en 1913. Cuenta con el chasis original nº 2.181 de batalla intermedia (2.660 mm). Su propietario ha participado con él en el Rally Internacional de coches de época de Sitges y también ha sido expuesto en el Salón del Automóvil de Barcelona de 2019 junto al nuevo Hispano Suiza Carmen.

 

Curiosidades

Su denominación oficial es 15/45, si bien resulta más conocido como Alfonso XIII, ya que a S.M el Rey se le invitó a probar en 1909 un coche similar a éste, y tras ello rápidamente encargó una unidad para su uso. Ante tan importante pedido, la Hispano Suiza mejoró su bólido y le sirvió el que probablemente fuese el mejor deportivo de la época. Entusiasmado con su brillante comportamiento dinámico, Don Alfonso autorizó la denominación “Hispano Suiza tipo Alfonso XIII”, y posteriormente utilizó alguna que otra unidad de este modelo, como la nº 2.112, muy similar a ésta. 

Datos técnicos

Modelo
HISPANO SUIZA 15/45 ALFONSO XIII

Año
1914

Motor
4 cilindros, 3.6 atmosférico de 60 CV

Prestaciones
120 km/h de velocidad máxima

 

Historia del Hispano Suiza 15-45 HP Alfonso XIII

Se tiene constancia de la fabricación de 607 unidades del Hispano Suiza Alfonso XIII entre 1910 y 1914, de las que actualmente se conservan unas 36. Inicialmente se montó con un motor de 3,4 litros, si bien durante sus cinco años de comercialización experimentó diversas mejoras y aumento de la cilindrada a 3,6 litros. Se ofreció con tres medidas de chasis, versiones puramente de competición y otras, como ésta, para circular legalmente por la carretera.

Aunque Hispano Suiza es más recordada hoy día por sus coches de superlujo (al nivel de Rolls-Royce) también fabricó alguno de los mejores deportivos de la época (al nivel de Bugatti), como este 15-45, que se convirtió en el preferido de los sportsmen de aquella década y en el primer gran deportivo de calle: “El rey de los coches, y coche de reyes”.