Ferrari 288 GTO

El 288 GTO marca el comienzo de la leyenda del Big 5 de Ferrari con un diseño sublime y unas prestaciones descomunales para la época. Su nombre tiene un significado especial: “288” hace referencia a su motor de 2.8 litros y 8 cilindros, mientras que las siglas GTO (Gran Turismo Omologato) delatan el objetivo con el que fue creado: homologar un coche de competición. 

Para que un coche pudiera competir en el Grupo B de la FIA, debía cumplir una serie de normas de homologación entre las que destacaba una muy clara: la marca debía fabricar 200 unidades de calle del vehículo que iban a utilizar para correr. Así nació el 288 GTO, un coche concebido para circuitos e incluso rallyes, pero que llegó en el peor momento posible, coincidiendo con la cancelación del Grupo B, por lo que nunca llegó a competir. 

Los 272 ejemplares que fabricó Ferrari, todos pintados originalmente en rojo, fueron matriculados para circular por las carreteras, pero su ADN de competición estaba más que presente, con una aerodinámica estudiada, construcción ligera y un brillante motor V8 con dos turbocompresores que llevaban la potencia hasta los 400 cv, convirtiendo al 288 GTO en un coche excepcionalmente rápido y avanzado para su época capaz de alcanzar velocidades por encima de los 300 km/h. 

Su diseño, obra de Leonardo Fioravanti, del estudio Pininfarina, estaba basado en el Ferrari 308, pero con líneas más musculosas y agresivas y unos pasos de rueda ensanchados para hacer sitio a los neumáticos de competición. El interior, a pesar de ser en esencia el de un coche de competición, muestra una estética cuidada, asientos de cuero, y un paquete opcional que incluía aire acondicionado, elevalunas eléctricos y sistema de sonido. 

Allanando el camino para los posteriores superdeportivos de la historia de la marca, el 288 GTO y en especial su variante “Competizione”, fueron los coches que sirvieron de base para el desarrollo del inigualable Ferrari F40.

Curiosidades:

• El 288 GTO Evoluzione fue una variante mejorada destinada a lograr el máximo rendimiento en las pruebas de pista del Grupo B. Como estas fueron finalmente canceladas, Ferrari solo fabricó seis unidades, pero al menos una de ellas fue utilizada por la marca como coche de pruebas con el objetivo de testar elementos mecánicos y novedades tecnológicas para desarrollar el F40, que terminaría siendo un coche muy similar al Evoluzione tanto estética como mecánicamente.

• El último 288 GTO fue fabricado expresamente para el piloto de Fórmula 1 Niki Lauda por petición personal de Enzo Ferrari. En un discreto encuentro entre ambos, Enzo le entregó esta última unidad 272 a Lauda como regalo de reconciliación tras años de un gran deterioro en su relación, surgido del sentimiento de abandono del piloto austriaco por parte de la marca tras su terrible accidente en Nürburgring en 1976.