Tipo de motor: V8 biturbo Tipo F120 A | Cilindrada: 2.9 L | Potencia: 478 cv | Peso: 1100 kg | 0-100 kmh: 4.1 s | Vel. Máx: 324 kmh | Unidades fabricadas: 1311
Enzo Ferrari (1898-1988), consciente de que se encontraba en sus últimos años de vida, decidió despedirse creando el Ferrari definitivo, su gran obra maestra. En 1987, con motivo del 40º aniversario de la fundación de la marca, comenzó la producción del F40, al que Enzo describió con las siguientes palabras: “Pedí a mis ingenieros que construyeran el mejor coche del mundo. Y aquí está”.
Diseñado por Leonardo Fioravanti, de Pininfarina, su carrocería se fabricó con Kevlar, fibra de carbono y aluminio, siendo el primer coche de producción del mundo en utilizar materiales compuestos ultraligeros, que hasta la fecha solo podían encontrarse en el mundo de la competición. Y es que, el F40, fue desarrollado con especificaciones muy cercanas a un coche de carreras: austero y salvajemente radical; sin ayudas a la conducción ni comodidades de ningún tipo. Sin ABS, control de tracción o cualquier otro tipo de ayuda electrónica y con un motor V8 biturbo de 478 cv emparejado a una caja de cambios manual de 5 velocidades, solamente los mejores pilotos podían exprimir al máximo el impresionante rendimiento del F40, que se convirtió en una leyenda inmediata.
El espíritu de las carreras y la obsesión por el mínimo peso también inundaron el interior del F40, renunciando a elementos como la radio, alfombrillas, tiradores de las puertas o tapizados en muchas zonas, entre otros esfuerzos que, unidos a la construcción ultraligera de carrocería y chasis llevaron la balanza a unos ridículos 1100 kg.
Aprovechando la impresionante base que suponía el F40 de calle, Ferrari creó distintas versiones de competición para participar en campeonatos de todo el mundo con grandes modificaciones y potencias de entre 700 cv y 800 cv, dependiendo del ajuste y las regulaciones. Denominadas LM, Competizione, GT y GTE, todas las variantes están enormemente cotizadas hoy en día.
El último Ferrari en recibir el visto bueno de “Il Commendatore”, el F40 es la obra maestra de Enzo y, probablemente, el coche más icónico y amado por los entusiastas de la firma de Maranello.
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