El presidente de
Repsol, Antonio Brufau, defendió en la Junta General de Accionistas,
celebrada el viernes 31 de mayo en Madrid, que la transición energética en España sea “ordenada y posibilista” porque, de lo contrario, “se corre el
riesgo de destruir una parte esencial del valor de nuestro país”.
En su intervención ante los accionistas de la compañía, Antonio Brufau subrayó el compromiso de
Repsol en la lucha contra el cambio climático y reivindicó el papel de la
industria en la creación y mantenimiento de las economías desarrolladas. “La
industria genera trabajos de gran valor añadido y salarios dignos, crecimiento,
investigación y futuro”, dijo.
Antonio Brufau abogó por la neutralidad tecnológica para
afrontar el proceso de transición
energética de manera que se siga generando valor a través de la industria,
lo que permitirá avanzar en la creación de riqueza y empleo.
“Abandonar el concepto de neutralidad tecnológica, apostando sólo por unas pocas tecnologías,
implica destruir tejido industrial, merma la investigación que permite mejorar
y, sin lugar a dudas, reduce la posibilidad de un mundo mejor a medio y largo
plazo”, añadió. El Presidente de Repsol consideró que la libre competencia es “básica para el desarrollo de sociedades
competitivas porque evita cargas impositivas ineficientes y subsidios
ineficaces”.
“Si no contemplamos la sociedad en su conjunto, mañana y
dentro de muchos años se pueden producir efectos que sólo perjudicarán a los
menos favorecidos”, afirmó Antonio Brufau.
Posicionamiento como
compañía multienergía
Por su parte, el consejero
delegado, Josu Jon Imaz, repasó los principales logros de la compañía
durante el pasado ejercicio, en el que Repsol
obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros, el mayor resultado de los
últimos ocho años, apoyado en la solidez de los negocios y la fortaleza del
modelo integrado.
Josu Jon Imaz resaltó el crecimiento experimentado por la compañía como proveedor multienergía
gracias a su flexibilidad y capacidad de
adaptación.
Uno de sus objetivos
es desarrollar nuevos negocios
vinculados a la transición energética
El Consejero Delegado recordó que en junio del año pasado,
tras haber cumplido con dos años de antelación los objetivos de su Plan
Estratégico, Repsol actualizó su estrategia hasta 2020 a partir de cuatro
pilares: remunerar de manera creciente al accionista, crecer de forma rentable
en Upstream (Exploración y Producción) y Downstream (Refino, Química,
Marketing, Lubricantes, GLP, Trading y Gas, y Repsol Electricidad y Gas), desarrollar nuevos negocios vinculados a la
transición energética, y solidez financiera.
De 2018, Josu Jon Imaz destacó que “Repsol ha dado un
importante paso en su compromiso de ser un
jugador clave en la transición energética”, lanzando, entre otras
iniciativas, Repsol Electricidad y Gas, filial que ya cuenta con 870.000 clientes en España.
A la compra de los activos no regulados de Viesgo y su
comercializadora, con la que Repsol reforzó
su posición como operador multienergía, sumando una capacidad total
instalada de 2.952 MW, Imaz ha añadido otras iniciativas, como la adquisición
del proyecto fotovoltaico Valdesolar. Con estas incorporaciones, Repsol
alcanzará más del 70% de su objetivo
estratégico de capacidad de generación baja en emisiones, fijado para 2025
en 4.500 MW.
Repsol ha lanzado junto
a Kia el servicio de carsharing Wible
También subrayó la evolución que están experimentando los
negocios tradicionales de la compañía. En este sentido, puso como ejemplo la
expansión llevada a cabo en México, con la apertura de 180 estaciones de
servicio; el lanzamiento, junto a Kia,
del servicio de carsharing Wible, y la mejora del portafolio de activos en
Upstream.