Valencia
acogió el 2 de abril la primera edición de Smart Mobility Summit, que se
celebró en la Ciudad politécnica de la Innovación de Valencia con la presencia
de más de 15 ponentes, entre los que se incluyeron expertos, políticos,
reguladores, CEOs, periodistas, abogados y profesores. Entre los participantes
se encontraba el coordinador del proyecto Mobility City, Jaime Armengol, que
promueve la Fundación Ibercaja con el objetivo de convertir el Pabellón Puente
de la Expo 2008 en Zaragoza en un centro de innovación y divulgación sobre los
cambios en la nueva movilidad.
“Dado el
gran crecimiento de las ciudades y los nocivos efectos de su congestión sobre
el medio ambiente, la búsqueda de soluciones de movilidad más eficientes y
sostenibles se ha convertido en una obligación”, dice José Luis Zimmermann,
director general de Adigital, la asociación en la que se encuentra integrada la
plataforma Smart Mobility, organizadora del evento. “Realizar este tipo de
encuentros en el que participan entidades públicas y privadas nos ayuda a
pensar esas soluciones de manera más realista y adaptada a las necesidades de
nuestros centros urbanos y, sobre todo, de las personas que viven en ellos”.
Según datos
oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 70% de los gases
de efecto invernadero se produce en las urbes.
Sin ir más lejos, el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en
España se atribuye al transporte y se estima que aproximadamente el 80% de
estas proviene del elevado uso de los coches privados. El resultado son núcleos urbanos muy congestionados, en los
que hay poco espacio para los peatones, exceso de ruido y precaria calidad
medioambiental. Los vehículos eléctricos y compartidos son una solución para
combatir este panorama, ya que reducen las emisiones de gases y partículas contaminantes a la atmósfera y los niveles de ruido, y favorecen la autonomía
de las personas, mejorando la calidad de vida.
En este sentido, tanto los operadores de vehículos eléctricos como los ayuntamientos participantes en Smart Mobility Summit coindieron en la necesidad de consolidación de las nuevas modalidades de movilidad sostenible en nuestro país. Ciudades como Zaragoza, Valencia, Barcelona, Madrid o Sevilla se unen así al objetivo establecido por la Unión Europea para el 2030 de que la mitad de los vehículos que circulen por las calles de las ciudades del futuro sean eléctricos.
El coordinador de Mobility City aseguró que el proyecto de
reconversión del espacio Expo será un magnífico espacio de prueba y
experimentación sobre los cambios en la movilidad, y abogó por la cooperación
entre los sectores público y privado para conseguir que la nueva movilidad sea
realmente sostenible, segura y accesible.
Muchos de los
expertos que han participado en el Smart Mobility Summit han hecho referencia a
la necesidad de que las ciudades se centren en las personas que las habitan.
Como Empar Martínez, Directora General de Industria y Energía de la Generalitat
Valenciana, que ha hecho hincapié en la necesidad de añadir un término más al
trinomio transporte-energía-cambio climático tradicional: el de la
salud. Por su parte, Ignacio Alcaide, experto en Smart Cities & Territorios
Inteligentes, ha insistido en que "una ciudad no es inteligente porque
se pongan sensores". Alcaide ha explicado que hay que buscar el
concepto "ciudad con alma", basada en 3 valores fundamentales
relacionados con el pasado, presente y futuro de la ciudad: conservar su
identidad, poner el foco en las personas y tener un proyecto, liderazgo y visión.
Esa sería, a su juicio, la ciudad deseable: una ciudad sostenible, abierta,
inclusiva, competitiva y atractiva para el talento y los nuevos emprendimientos
y eficiente, ha concluido.
Construir ese
nuevo modelo de ciudad, en el que la movilidad interviene de manera, clave es
uno de los grandes desafíos a los que enfrentan los poderes públicos a todos
los niveles (local, regional, nacional). De ahí que se haya hablado de su papel
en la creación y promoción de espacios de innovación que permitan poner a prueba
e implementar modelos de movilidad en los que las diferentes opciones
existentes, y también las que están por venir, convivan.
Todo ello con
el necesario soporte de una regulación flexible y adaptada a las nuevas
realidades: “Para avanzar hacia una nueva movilidad más sostenible y menos
contaminante necesitamos una regulación proactiva que no obstaculice el
desarrollo de los servicios de movilidad compartida”, afirmó Anna Merino,
portavoz de Smart Mobility. “Por ello, en Smart Mobility apostamos por una
colaboración público-privada en la que entidades públicas y empresas privadas
trabajen conjuntamente para ofrecer soluciones de movilidad más eficientes y
eficaces para los ciudadanos”.
El primer
Smart Mobility Summit, organizado por Adigital, la Asociación Española de la
Economía Digital, ha concluido con éxito con más de 150 asistentes y gracias a
la colaboración de FreeNow, Bird, Molo, Fundación Ibercaja, YouGov e IdeasUPV.