Con motivo del 60º aniversario del 911, el Departamento de Patrimonio y Museo de Porsche ha organizado una ruta con siete modelos de distintas generaciones por el estado alemán de Renania-Palatinado. Lo particular de este recorrido es que todos los coches, clásicos y actuales, se movían con electrocombustible o e-fuel.
Una de las propiedades que hacen del e-fuel una alternativa muy interesante es que resulta equivalente a la gasolina sin plomo, en términos de funcionamiento del motor. Por tanto, se podrá utilizar en coches clásicos de cualquier época sin tener que realizar ninguna modificación. Además, resulta más limpio para los propulsores porque carece de elementos como el azufre, debido a que se obtiene por síntesis en lugar de refino de sustancias fósiles.
En este recorrido de 600 kilómetros, el combustible consumido por los siete coches era e-fuel. Todos los motores bóxer de los 911 que participaron en la ruta son perfectamente compatibles: "Solo tenemos que asegurarnos de que los e-fuels cumplen las normas vigentes en materia de combustibles. Entonces podremos repostar con él toda la flota de vehículos. Puede ser parte de la solución de cara a la reducción de CO2", afirma Karl Dums, especialista en este tipo de combustibles fabricados por Porsche a partir de dióxido de carbono atmosférico e hidrógeno extraído del agua.
El e-fuel utilizado en el evento procede de la planta piloto de Chile, en la que participa Porsche, donde se produce a partir de energías renovables no utilizadas hasta ahora. Sin embargo, para que cumplan la norma sobre combustibles, todavía es necesario realizar algunos retoques, ya que los componentes de mezcla necesarios solo están disponibles actualmente a partir de combustibles fósiles. "No obstante, la huella de CO2 de la producción a escala industrial sigue siendo mucho mejor que la de los combustibles fósiles", afirma Dums, "y también estamos trabajando en una solución a este problema".
Los vehículos utilizados para la prueba
Este evento se encuadra en las Porsche Heritage Experiences, que el Departamento de Patrimonio y Museo organiza en distintas zonas del mundo. Las localizaciones anteriores estuvieron en China y en Hawái. Para la de Renania-Palatinado escogieron siete unidades que ilustran la historia del 911. Como representantes de la época del motor refrigerado por aire estaban un 911 S 2.2 Targa de 1970, un 911 Serie G Carrera Cabriolet "Turbo look" de 1983 y un 911 (993) Turbo S de 1993. Entre los refrigerados por agua se encontraban un 911 (996) Carrera 4 Cabriolet de 2001, un 911 (997) Targa 4S de 2007 y un 911 (991) Carrera S de diez años de antigüedad, perteneciente a la serie especial "50º Aniversario 911". Finalmente, un 911 (992) Carrera T estuvo presente en representación de la era actual del nueveonce.
El recorrido
El punto de partida fue el antiguo monasterio de Hornbach, cerca de la frontera francesa. Por las maravillosas, estrechas y sinuosas carreteras rurales del Palatinado, la ruta sigue en gran medida la peregrinación del Camino de Santiago. El final del recorrido conduce a Espira: el destino es la poderosa catedral, la iglesia románica más grande que se conserva en el mundo en una de las ciudades más antiguas de Alemania.
Alexander E. Klein, Director de Colección de Vehículos y de Heritage Experience, explica por qué Porsche creó el formato de experiencia cultural: "No nos centramos solamente en nuestros vehículos, sino en el poder creativo de las personas. Para nosotros es una tarea especial garantizar la transmisión de conocimientos a la siguiente generación. Cada día, nos aseguramos de que los vehículos de nuestra colección sigan siendo aptos para circular y puedan ser probados por el mayor número posible de personas en eventos. Los coches viajan por todo el mundo como embajadores de la marca”.